Cuando el cliente muestra su iniciativa de ejercer una actividad, nosotros tratamos de asesorarle y orientarle sobre la mejor forma que se adapte a su situación. Así, dependiendo de sus circunstancias personales, del tipo de actividad de que se trate, de las ayudas y subvenciones que se pueden conseguir, y de otros condicionantes, elegiremos ejercer la actividad bajo una Sociedad Mercantil, bajo una Comunidad de Bienes o Sociedad Civil, o bien directamente como persona física.
Elaboraremos un plan de viabilidad de la Empresa y un plan de inversiones teniendo en cuenta las posibles Ayudas y Subvenciones a las que podemos optar.
Una vez elegido el tipo de Empresa, prepararemos las escrituras correspondientes, tramitaremos todas las altas necesarias y comunicaciones a los organismos oficiales correspondientes la apertura del centro de trabajo, y solicitaremos la ayudas y subvenciones correspondientes.
Ya constituida la nueva empresa, procederemos a estudiar los tipos de contratos laborales más convenientes para dar de alta al personal laboral.
Y para dar por concluida la puesta en marcha de la Empresa, elaboraremos el plan contable y nos reuniremos con el cliente para, de común acuerdo, establecer la metodología necesaria para el buen funcionamiento de la empresa: formas de comunicarnos, formas de entrega y recepción de documentación, etc.
Lo más importante es, que una vez surge la iniciativa empresarial, esta Asesoría se ocupa del asesoramiento y realización de todos los trámites necesarios para poner en marcha la Empresa, de tal manera que el cliente se limita a consensuar con nosotros y firmar la documentación necesaria.